Derrota en un partido que rozó la suspensión
Victoria del Castellón ante un Alicante combativo que puso contra las cuerdas a los 'orelluts' en la primera mitad. En la segunda, los celestes salieron más enchufados pero, debido al lanzamiento de artefactos al meta celeste Vicente (botellas de bebidas alcohólicas, petardos...), se paralizó el partido durante varios minutos y el colegiado estuvo a punto de suspender el encuentro. A partir de la reanudación, los alicantinistas estuvieron más descentrados en el partido y, sin duda, esto afectó al desarrollo del mismo.
La primera parte se podría resumir en un diálogo entre Alicante y Castellón y es que, tras una ocasión de los primeros, se sucedía otra por parte de los segundos y, así, sucesivamente.
El partido comenzó con un Alicante que sacaba de centro y se lanzaba directo a la portería defendida por el guardameta Rubén. Pasaron el balón a la banda derecha en ataque donde, un veloz Juanfran, se había ubicado para recibir el balón. Éste realizó un gran tiro cruzado que no llegó a fructificar en gol.
En el tercer minuto de juego, respondía el conjunto 'orellut' merced una gran jugada individual del lateral derecho Santos quien, desde su banda, dio un centro que se pasó de largo y, en consecuencia, nadie llegó a rematar. El esférico se marchó por línea de fondo.
Un minuto después, la afición local suspiró de alivio ante lo que fue una jugada que habría sido de gol en la máxima categoría: Quesada robaba el balón en el círculo central con un Castellón muy adelantado en sus líneas. Así, se originó un contraataque en el que Quesada vio apoyo en Chichi. Al final, esta contra no finalizó en lanzamiento a puerta ya que la defensa local consiguió replegarse a tiempo y el conjunto celeste no llegó a tiempo a ayudar en la jugada.
Y, cómo no, respondía el Castellón: minuto 6, Roberto lanzaba un soberbio libre directo que obligó a Vicente a blocar con gran solvencia.
Y, en el 9, respondía el Alicante: Jorge y Chango combinaban por banda izquierda, forzando un libre directo que lanzaría Tomasín. Su chut forzó al guardameta local, Rubén, a salir y despejar de puños. El balón se disponía a caer en tierra de nadie, cosa que podría ser muy peligrosa. No obstante, el peligro finalizó cuando el asistente señaló posición antirreglamentaria.
En el 14, tras una intentona sin peligro del Castellón, el Alicante tuvo una nueva ocasión de peligro que fue anulada por el colegiado: pase desde atrás, Roberto recibía y se quedaba solo ante el portero, pero el linier señaló un ajustado fuera de juego.
En el 15, el Castellón pudo adelantarse por medio de un soberbio tiro cruzado de Joel que se fue fuera por poco. Y, dos minutos después, una gran jugada colectiva del Castellón puso el “uy” en las gargantas de los aficionados castellonenses tras varias intentonas de ocasiones locales. Una férrea defensa celeste evitó que, en todas ellas, se chutara a puerta.
En el 21, Tomasín y Jorge provocaron la gran inquietud y los murmullos críticos entre la afición local y es que combinaron por banda izquierda como quisieron ante la mirada atónita de la defensa blanquinegra hasta que Jorge centrara raso y Rubén se viera obligado a lanzarse a por el esférico para evitar el posible remate de Juanfran o Chango.
Pero los blanquinegros no iban a ser menos y respondieron con gran peligro: gran contraataque que finalizaba en un centro desde banda derecha que remataba Albert Juste de cabeza. Dicho remate se fue alto. En el 28, esta vez por medio de Joel, tuvo el gol en los labios pero no lo probó. El jugador local mandó fuera el esférico cuando se hallaba solo ante Vicente.
En el 33, el Alicante respondió, siguiendo la tónica de pregunta-respuesta que presentaba el encuentro. Esta vez, doble ocasión de Chango y Domi, quienes remataron tras un centro desde banda derecha. El segundo rechace cayó en las botas de Quesada, que estuvo a punto de rematar, pero la presión de la defensa local le obligó a mandar el balón atrás y asegurar la posesión.
Dos minutos después, el celeste Juanfran, tal como hizo ante el Novelda, intentó sorprender a Rubén dada su posición adelantada. No obstante, esta vez, no llegó a inquietar al meta local ya que su chut se fue algo desviado.
En el 39, intentó responder el Castellón e hizo levantarse a su afición de sus asientos, y es que Jordi Mareña se había quedado completamente solo ante Vicente Mira. No obstante, estaba demasiado adelantado respecto a la defensa celeste, por lo que el asistente señaló el evidente fuera de juego.
La segunda mitad empezaba con un par de intentos ofensivos de los blanquinegros que no finalizarían en inquietud en la portería visitante. Tras ello, en el 51, Puyi, en un rechace en el área de Rubén, cuando el balón ya estaba en el círculo central, chutaba con gran potencia, consiguiendo poner en aprietos al portero del Castellón.
El segundo período, pues, había empezado con la misma tónica que presentaba el primero: encuentro igualado entre un equipo que, si bien ha pasado graves apuros económicos, ya está en vías de solucionarlos gracias a la llegada de un empresario, y otro que los sigue sufriendo. La diferencia en lo económico no se veía reflejado en el campo. Pero entonces, llegó lo que, sin duda, marcó el encuentro.
Corría el minuto 54 en el cronómetro del marcador electrónico de Castalia cuando la afición del fondo norte empezó a lanzar diversos artefactos al portero del Alicante, Vicente: primero fueron vasos de plástico, luego botellas de agua, mecheros, hielos, copas y cubatas llenos de bebida y, por “penúltimo”, botellas de bebidas alcohólicas, sin olvidar una gran sarta de escupitajos. ¿Por qué esta expresión inexistente de “por penúltimo? Porque luego llegaron los petardos que pusieron en riesgo la integridad de los futbolistas. Todo esto, ante la suma pasividad de los guardias de seguridad de Castalia. Se para el partido.
Durante dos minutos, Vicente había intentado sacar de puerta pero siempre caía un nuevo artefacto, el siguiente siempre peor que el anterior y, cuando empezaron los petardos, el árbitro, Lluna Olarte, se dirigió al delegado del Castellón gritando “Nos vamos”.
Al final, en el minuto 58, se reanuda el encuentro. Vicente consigue, al fin, sacar de puerta. Se reanuda el encuentro. Previamente, Lluna Olarte dialoga con el guardameta celeste por si la situación se repitiera.
A partir de aquí, el Alicante estuvo desubicado y desconcentrado. Lo pagó caro. Si bien en el 66, Tomasín, de gran libre directo, estuvo a punto de adelantar al conjunto celeste, fue el Castellón el que se adelantó: corría el minuto 69 y Roberto materializa al rematar un balón proveniente de un centro desde banda izquierda. Vicente, en primera instancia, consigue blocar, pero el balón se le escapa durante unos pocos segundos, los suficientes como para que, por escasos centímetros, el esférico traspasara la línea de gol y, en consecuencia, se pusiera el 1-0 en el marcador.
En el 73, pudo llegar la sentencia al quedarse Albert Juste solo ante Vicente, al cual consiguió regatear tras una necesaria salida del portero y, a puerta vacía, el ariete blanquinegro erraba. Pero Herrero no perdonaría en el 79 e hizo el segundo.
El marcador era engañoso y, en el descuento, se haría parcialmente justicia. En el 93, Tomasín lanzaba un potente y preciso libre directo que dio en la cruceta. El rebote cayó en Roberto, quien chutó a puerta y Guillermo despejó con la mano: penalti y expulsión. Kuki sería el encargado de materializar y hacer el gol del honor.
Ficha Técnica
CD CASTELLÓN: Rubén; Santos, Roberto, Marc Trillés (m.76, Guillermo Herrero), Héctor Peña; Guillermo, Joel (m.61, Julián), Aarón, Stefan (m.88 Óscar); Jordi Mareña, Albert Juste.
ALICANTE CF: Vicente; Roberto, Jorge, Lander, Puyi; Chichi, Tomasín, Quesada; Chango (m.73, Kirill), Juanfran (m.80, Crespo), Domi (m.63, Kuki).
Árbitro: Lluna Olarte. Amonestó al local Marc Trillés (m.34) y a los visitantes Lander (m.22), Roberto (m.48) y Juanfran (m.77). Además, expulsó al local Guillermo (m.93).
Goles: 1-0, Roberto (m.69); 2-0, Guillermo (m.79); 2-1, Kuki (pen, m.94).
Incidencias: Encuentro disputado en el Estadio Municipal de Castalia ante 800 espectadores aproximadamente, un grupo de ellos alicantinistas, los cuales se desplazaron, mayoritariamente, en un autobús.