El Club, fundado en 1922 y transformado en S.A.D. en 1995, ha atravesado históricamente por dificultades financieras, reflejadas en las suspensiones de pagos de los años 2000 y 2003, que pudieron sobrellevarse mediante sucesivas ampliaciones de capital y préstamos recibidos, que no obstante nunca han podido compensar la penosa evolución económica del Club, estrechamente relacionada a sus irregulares resultados deportivos.
Un análisis objetivo de los estados financieros así lo refleja, con una deuda total de 31 millones de euros al final de la temporada 2008/2009, que alcanza casi los 50 millones a final de la temporada 2010/2011, fruto de unas pérdidas que iban en aumento en las últimas temporadas: 5,7M€ (07/08); 9,8M€ (08/09); 13,6M€ (09/10) y 25,4M€ (10/11).
Todo ello arrastró al Club a presentar un Patrimonio Neto negativo de 37 millones de euros. Esta situación devino insostenible con motivo del descenso a 2ª división A materializado al final de la temporada 2010/2011.
El Club se encontraba incurso en causa de disolución por las pérdidas acumuladas, con todos sus principales ingresos embargados por Hacienda y la Seguridad Social, más de cuarenta procedimientos judiciales abiertos, cerca de setenta expedientes ante la AEAT y con la amenaza del descenso administrativo a 2ª División B por las deudas con sus jugadores, al borde de su desaparición.
Así, con fecha 30 de junio de 2011, el Hércules presentó solicitud de concurso voluntario de acreedores, que fue declarado el 5 de julio, pasando el Club a estar bajo la intervención de dos Administradores Concursales.
El concurso ha sido vital, e indispensable para la supervivencia del Club, y ha permitido evitar el descenso a 2ª División B, la suspensión de los embargos de Hacienda y Seguridad Social y la congelación de las deudas, intereses y recargos que asfixiaban las finanzas de la entidad. También fue necesario aprender a aplicarse la disciplina internamente, con un férreo control de gastos y redoblando esfuerzos para la consecución de ingresos.
Aun así hubo que adoptar decisiones difíciles, como la presentación de un expediente de regulación de empleo que fue autorizado en octubre de 2011, y que afectó a veinte trabajadores entre las áreas de administración, porteros y acomodadores, cuerpo técnico y jugadores de la primera plantilla.
En el plano deportivo, para afrontar la presente temporada, fue necesario continuar los esfuerzos, haciéndose necesario desprenderse de grandes jugadores como Samuel y Abel Aguilar, perdiendo a Michel y Thiago, y renegociando los contratos de otros.
Pero este sacrificio no ha sido en vano, durante los 18 meses de concurso, todos, cuerpo técnico, jugadores, empleados, proveedores y administraciones públicas han recibido puntualmente las cantidades que les correspondían, e incluso se ha logrado mantener una favorable posición de tesorería para el cumplimiento de futuros acuerdos y convenios. El Club ha cumplido con todos sus compromisos y ha comenzado a recuperar la senda de la confianza y de su maltrecha credibilidad.
En la tramitación del concurso se han registrado hasta una veintena de incidentes concursales, promovidos por distintos acreedores, por reclamaciones sobre la cantidad o la calificación de sus créditos. El Club también ha acudido a la justicia para reclamar sus propios intereses, como el cobro del importante contrato de patrocinio con la Generalitat Valenciana.
Llegamos así a octubre de 2012. El informe de la Administración Concursal reconoce un pasivo total de 50,3 millones de euros, repartido entre 224 acreedores, compuesto por créditos ordinarios (212 acreedores; 25,3 millones de euros), privilegiados (36 acreedores; 13,6 millones de euros, incluyendo AEAT y TGSS) y subordinados (19 acreedores; 11,5 millones de euros).(Algunos acreedores tienen créditos con más de una calificación).
Con base en los textos definitivos de la Administración Concursal, el 9 de noviembre de 2012 el Club presentó el plan de viabilidad y la propuesta de convenio, que fue aprobada en junta de acreedores de 21 de diciembre, con el voto favorable de acreedores que representan 16,7 millones de euros (66,3%) del pasivo ordinario, incluyendo el de la LFP, RFEF, clubs, agentes, jugadores y técnicos.
En la propuesta se establecen cuatro alternativas, siendo la principal, la de una quita del 50% y un plazo de pago de 7 años, siendo el primer pago el 30 de junio de 2014, suspendiéndose los pagos en caso de descenso a Segunda B, y realizando amortizaciones anticipadas en caso de ascenso a Primera División.
La propuesta prevé el compromiso por parte del Club de restablecer su equilibrio patrimonial mediante ampliación de capital de 3 millones de euros, a desembolsar entre el 31 de enero de 2014 y 31 de enero de 2015.
Se prevé, asimismo, la creación de una Comisión de Seguimiento y Control, formada por un representante el Club, otro de la AFE y otro de la LFP, encargada de supervisar el cumplimiento del convenio, y con facultad para fiscalizar cualquier operación que supere los 50.000 euros.
Con fecha 23 de enero de 2013, al no haberse suscitado oposiciones, se dictó Auto por el que se aprueba el convenio, cesando la intervención de la AC, y comenzando la supervisión de la Comisión de Seguimiento y Control.
Por otra parte, para completar el reequilibrio de su situación financiera, y dar curso al cumplimiento de sus obligaciones tributarias, impagadas durante muchos años, el Club formalizó el 31 de enero de 2013 convenio singular con la AEAT, para el pago de los créditos privilegiados por importe de 10 millones de euros, de los que en el momento de la firma se satisficieron 2.000.000.-, y el resto, serán satisfechos en pagos mensuales de 80.000 euros en Segunda División A y 170.000 en Primera División.
Finalmente, el pasado día 4 de febrero en el BOE, se ha publicado el cese del concurso de acreedores, y el fin de la actividad de los administradores Concursales.
Como resultado de todo este esfuerzo de saneamiento financiero, el Hércules pasará a tener un pasivo ordinario total de 17,3 millones de euros a pagar en ocho años, según los calendarios acordados en el convenio de acreedores y en el convenio singular con la AEAT, y con estricto cumplimiento del plan de viabilidad.
Entre todos hemos conseguido, pues, un Club saneado financieramente, que ha comenzado a recuperar su credibilidad y la confianza de acreedores, inversores e instituciones. Pero esto no es el final, el camino comienza ahora, deseo de todo corazón, que todo este trabajo haya servido de algo, y conmino a los de adentro y a los de afuera a que trabajen pensando en el Hércules, y a que abandonen sus resistencias, injerencias, y personalismos. El hercules no puede ser un juguete de unos u otros, tiene que estar por encima de todo y de todos.
JESUS GARCIA-PITARCH
PRESIDENTE
