El R.C. Alzira logra vencer al Akra Barbara R.C. en un partido de infarto
Partido igualado hasta el final, no apto para cardíacos, donde en el último segundo el equipo visitante alicantino pudo haberse llevado la victoria de haber logrado transformar un golpe de castigo. El encuentro se disputó sobre un césped afectado por las recientes heladas y un terreno de juego demasiado duro para la práctica del rugby.
A pesar de la igualdad e intensidad del choque, el partido ha sido de una gran corrección, con un gran arbitraje del Sr. José Luís López, que mostró tarjetas amarillas a los locales Daniel Grindrod y Andrés Beneyto, por pisotones al contrario.
Nada más empezar, se vio que iba a ser un encuentro muy equilibrado, ambos conjuntos se tantearon buscado la falta contraria, manteniendo un buen ritmo de juego. Hasta el minuto 19, no se deshizo el empate inicial en el marcador, gracias a un golpe de castigo de los alicantinos. Pero pronto el Alzira hizo valer, como siempre, su superioridad en la "melé" y fruto de ello consiguió el primer ensayo por medio del joven "flanker" de Benicull, Darío Ferrer, 5-0, ya que esta vez, Daniel Grindrod, no consiguió la transformación. El Akra, respondió con encadenamientos rápidos, y puso en dificultades a la defensa alzireña, obligándola a cometer faltas defensivas que se tradujeron en golpes de castigo en contra, aprovechado uno de ellos por los visitantes para ponerse por delante en el marcador 5-6, resultado con el cual, se llegaba al descanso.
Nadie había sido dominador en el primer tiempo, por lo que no estaba nada claro quién se podía llevar el gato al agua. Tras la charla del descanso, el Alzira salió decidido a llevarse el partido, lanzándose la delantera sobre la zona de marca rival, atacando en repetidos "pick & go" hasta que en el minuto cuarenta y ocho, el hoy capitán, Bruno Pascual, lograba colarse hasta la cocina, marcando el segundo ensayo que, ahora sí, lograba transformar Grindrod, 12-6 en el marcador.
Desde la grada, se tuvo la sensación de que a partir de ahí, el Alzira iba a tener el control del partido, pero, nada más lejos de la realidad. El Akra, con un equipo joven, se vino arriba y tomó el dominio de la zona ancha del campo, atacando todos los balones y encerrando a los locales sobre su línea de marca, fruto de ese dominio, conseguían por fin un ensayo esquinado, lo que obligaba a su pateador a una transformación difícil que no logró por los pelos, dejando el marcador en un momentáneo e inquietante 12-11. El Alzira no lograba "enfriar" el partido, y para colmo, tuvo que jugar los últimos veinte minutos con un hombre menos por la expulsión temporal de dos de sus jugadores por tarjeta amarilla. Fueron unos minutos eternos y angustiosos para los alzireños, que en el último suspiro, aun cometieron una falta defensiva a treinta y cinco metros de sus palos, lo que daba la última oportunidad al Akra. Si su pateador lograba transformar, se llevaba la victoria, el balón no entro y el triunfo se quedaba en casa.
El Akra no mereció perder por su más que loable derroche ofensivo, quizás no debió desafiar tanto a la delantera local. Pero, tampoco fue injusta la victoria alzireña, por el trabajo de su delantera y la defensa numantina de la segunda parte, con mención especial para su "centro" Fran Villalba, el hombre del partido, que, sin duda, esta ha sido su mejor actuación.