Baloncesto: Sufrimiento pero victoria final del HLA Alicante ante Ávila

Ya decía Maquiavelo que el fin justifica los medios. Y así se lo aplicó el HLA Alicante para imponerse a un rocoso Ávila Carrefour ‘El Bulevar’, que torció los renglones pautados por el técnico local, David Varela. El 62-57 final deja, a la par, una sonrisa y un nudo en el estómago, puesto que se sufrió hasta el final para sumar la decimoséptima victoria y estar, al menos por un día, en lo más alto de la tabla y sumar la tercera victoria consecutiva.

El objetivo final de la victoria llegó con muchos altibajos, sobre todo ofensivos. Ya desde el primer cuarto, el quinteto abulense, que se presentó en el Pedro Ferrándiz sin su gigante, Sidao Santana, presentó sus credenciales de un equipo bien construido. Sus cinco victorias consecutivas antes de llegar a la capital alicantina no son fruto de la casualidad. Todo fue fugaz, pero asaz efectivo. 

En siete minutos, el plantel castellano mandaba por 10 puntos de diferencia (6-16). El exlucentino Aramburu y el base Harold Cazorla se bastaron para inquietar a la numerosa parroquia local. Muchos errores debajo del aro. Dos puntos más anotó el cinco de Alicante para cerrar el cuarto con un 8-16 que dejaba bien a las claras el problema en ataque, puesto que los locales estuvieron dos minutos sin anotar.

Poco iba a cambiar el panorama en los segundos diez minutos, puesto que el equipo de Sergio Jiménez continuó defendiendo bien y atacando mejor. Una canasta de Mulero mediado el cuarto volvió a dar un +10 a los visitantes (14-24). Mientras tanto, la mano de los jugadores del Lucentum seguía encogida y cada ataque era una losa. Se buscaron opciones jugando tanto interior como exterior, pero el hierro escupió una y otra vez los lanzamientos de los lucentinos. Ese lastre provocó que sólo anotaran 17 puntos en 20 minutos de juego. Su rival hizo 28 y se fue al vestuario mucho más cómodo.

Cual Popeye tras engullir sus espinacas, el HLA Alicante salió con nuevos bríos al parqué, si bien le costó asimilar los nutrientes para sacar músculo y galones. A los tres minutos de la reanudación, una canasta de Álvaro Lobo colocó el 26-30, que pareció generar las primeras dudas al Basket Obila, que fue reaccionando a trompicones, pero manteniendo la delantera en el electrónico. Parecía que los siete puntos de renta que tenía Ávila a falta de tres minutos para sellar el tercer cuarto podría servir (29-36), pero no. El quinteto alicantino tiró de casta atrás y mejoró porcentajes cara al aro para apretar los guarismos antes del parcial definitivo (35-36).

En los partidos intrincados y con nudos marineros siempre hay alguien para deshacer el entuerto. Ese fue el capitán de la nave lucentina, Pedro Rivero. El base segoviano empató el partido a 38 con un triple (m.32) y tiró de galones para facilitar el juego y que sus compañeros vieran con más convicción el aro rival. Un parcial de 5-0 dio algo de respiro a una afición volcada con el equipo (43-38, m.34 tras triple de Kingsley). En esos momentos había que tirar de dureza atrás y cabeza fría en ataque. 

Otro triple de Rivero distanciaría a los del Pedro Ferrándiz hasta los seis puntos (49-43), pero Obila no se iba a quedar de brazos cruzados tras el gran esfuerzo realizado, así que siguió luchando a contracorriente y a sabiendas de que su adversario llegaba a los compases finales en dinámica positiva. Los abulenses estuvieron en dos ocasiones a tres puntos de su oponente (57-54 y 59-56) pero el temblé de Álvaro Lobo desde el 4,70 acabó por firmar un triunfo muy trabajado.

HLA ALICANTE (8+9+18+27): Chapela (7), Lobo (15), Outerbridge (4), Sidibe (10) y Lafuente (0) –cinco inicial- Fernández (2), Kingsley (3), Rivero (16), Díaz (1) y Grossenbacher (4).

ÁVILA AUTÉNTICA CARREFOUR ‘EL BULEVAR’ (16+12+8+21): Cazorla (17), Aramburu (14), Ballespín (0), Alexander (9) y García (7) –cinco inicial- Hittle (5), Opong (0), Bak (0), Mulero (4) y Sikiras (1).

ÁRBITROS: Pinela García y Murillo Khon. Eliminaron por cinco faltas al local Lobo (m.39) y al visitante Hittle (m.38).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigésima tercera jornada disputado en el pabellón Pedro Ferrándiz ante 1.400 espectadores.